Por MªÁngeles Acín y Celia Ciprés
El pasado 14 de Septiembre nos juntamos un grupo de 12 personas para conocer la gran eco-huerta de Ruben (VerduRicas), en la que ensaya diversas formas de cultivo del Calabacín de Guías de Mallén, variedad que recuperó de Francisco Lamata, uno de los dos agricultores de la zona que seguía cultivando este calabacín. Rubén, joven hortelano de Mallén, comenzó la conversión de sus campos a ecológico hace unos 7 años, vende la mayor parte de la producción en su puesto del Mercado Agroecológico de Zaragoza, y otra parte a través de cestas ecológicas.
Primero visitamos la parcela del ensayo, dividida en tres tipos de cultivo: sembrado tradicional (en el suelo), entutorado con poda y entutorado sin poda. Compartió los datos de la producción de cada tipo de siembra, siendo el cultivo tradicional más tardío en fructificar pero en el que más dura la producción y, finalmente, en el que más kilos recoge. Con este método cada planta echa 6 guías llegando a ocupar unos 6 m2, haciendo innecesaria la poda por su forma natural de crecimiento. Tradicionalmente se solía plantar en los ribazos o esquinas para que la planta pudiera extenderse libremente.
Tras visitar la parcela del ensayo, nos mostró otras parcelas en las que cultiva sus productos en ecológico: tomates, pimientos, distintos tipos de coles (para el otoño), y sus patatas cultivadas bajo paja. Con este método, el trabajo que lleva cultivar patatas se reduce bastante, las patatas se siembran en un hoyo, se cubren con un poco de tierra y luego se pone una buena cantidad de paja que ayuda a mantener la humedad del suelo y reduce el trabajo a la hora de sacarlas de la tierra, ya que no es necesario picar mucho, tal y como nos mostró.
Finalizamos la visita con unas hermosas vistas desde la huerta, en las que el atardecer teñía de mágicos colores las bárdenas reales.
Nos dirigimos a Mallén para realizar la cata de calabacín. Ismael Ferrer nos esperaba con todo preparado en el restaurante La Cueva de Robin. Tras una interesante introducción sobre la importancia de mantener los cultivos tradicionales en nuestra alimentación y la repercusión que tiene su consumo en nuestro entorno, nos hizo valorar y catalogar estas variedades tradicionales como Patrimonio Alimentario.
El calabacín de Mallén, de forma alargada, posee una fina piel blanca, y su tamaño óptimo de consumo son unos 20 cm. Catamos el calabacín de Mallén y un calabacín híbrido para poder compararlos; los comimos en una primera tanda crudos, observando su aroma, textura y gusto, y luego los probamos cocinados al vapor. Las diferencias en crudo fueron notables en cuanto al sabor y la textura, y aumentaron en el calabacín cocinado.
Finalizamos la jornada con una invitación de Ismael a cocinar en nuestras casas la receta de “Fritón de Mallén” hecha con el calabacín de guías de Mallén. http://alimentaciondelpresente.com/calabacin-de-guias-de-mallen/