Descripción

Fruto de piel muy fina, tierna y delicada, de color verde muy claro, casi blanca. Pulpa compacta y de sabor suave, careciendo de notas amargas. Planta rústica con buena producción continua y larga (hasta octubre). Llega a desarrollar 4 ó 5 guías de 4 y hasta 6 metros, a la manera de una calabaza, de donde van saliendo los calabacines.

Se suelen hacer dos siembras para poder recoger frutos hasta bien entrado el mes de octubre. En siembras tempranas, mantiene la producción durante mucho más tiempo y de manera más estable que el calabacín convencional. Poliniza mejor, es más resistente al oídio, y se conserva durante más tiempo, pero es más sensible al déficit de agua.

Este tipo de calabacín se conoce también como calabaza amarilla, calabacín de guías o calabaza gitana. Es el que se producía en Aragón hasta la llegada de las variedades híbridas, que se impusieron porque necesitan menor espacio para desarrollarse. Pero su cultivo estaba tan extendido y era tan apreciado que por ello ha podido mantenerse hasta nuestros días. Todavía hay hortelanos que cultivan esta variedad en Caspe, Panzano, Ontiñena, Belchite, Codos, Trasobares y Cucalón.